El Directorio de la Corporación para el Adelanto del Barrio Industrial El Salto lamenta informar el fallecimiento de Luis Alonso, arquitecto y urbanista cuya trayectoria y talento recibieron reconocimiento transversal a lo largo de toda su carrera, quien a través de su magistral trabajo deja un legado que permanecerá por generaciones. 

Nacido en Madrid pero asentado desde joven en Barcelona, y una de las almas del despacho Alonso, Balaguer y Arquitectos Asociados, en los últimos años pasó mucho tiempo en Chile. Defensor de un modelo de edificios “en los que no solo vivamos, en el que hagamos de todo y de forma compartida”.

Alonso fundó en 1978 junto al arquitecto Sergio Balaguer el despacho Balaguer y Arquitectos Asociados, y sus proyectos se han extendido por España, Chile, Colombia, EE.UU., Perú, Brasil, Kazajstán, Ucrania, Marruecos, Argelia y Qatar.

Autor de 16 libros, concebía la arquitectura y el urbanismo como “los grandes aceleradores del desarrollo urbano” centrados en la calidad de vida de los ciudadanos. Se le conoce por acuñar conceptos como la “promiscuidad funcional” y la “flexibilidad espacial”, los cuales materializó en cerca de 700 proyectos en 12 países.

Luis Alonso se instaló en Chile “en busca de excitación intelectual” y la oportunidad de llevar a cabo proyectos innovadores, entre los cuales se encuentra el Plan Maestro para el desarrollo del barrio El Salto.

A este proyecto, Luis Alonso le llamaba “una gran pieza de ciudad”, y destacaba en él la mezcla de usos capaz de generar valor añadido, en una auténtica ciudad del futuro que conecte todos los servicios y con un rol importante para los espacios públicos, “porque la calidad de los espacios públicos no es un problema de estética, es un problema de ética”. Estos elementos, a su juicio, son los que generan “auténtica cohesión social que potencia y amplifica la ciudad”.

Su vocación como arquitecto había nacido de un juego de construcción que le habían regalado a los 13 años y, cinco años después, conoció a Sergio Balaguer, con quien fundó su propio despacho de arquitectos en 1978, convirtiéndose con el tiempo en uno de los referentes de la arquitectura española y con mayor proyección internacional. Además de la sede central en Barcelona, el despacho cuenta con oficinas en Santiago, Rio de Janeiro, Sao Paulo, Bogotá, Nueva York y Lima, en las que trabajan más de 50 personas dentro de un equipo multidisciplinario de arquitectura, planeamiento urbanístico, diseño interior, diseño industrial y diseño gráfico.