HISTORIA DEL BARRIO EL SALTO
Viña del Mar, siglo XIX. Dieciocho kilómetros de ferrocarril unieron la Hacienda de Viña del Mar, establecida en los márgenes del Marga-Marga, con el puerto de Valparaíso,poniendo a la hacienda de Francisco Álvarez en un lugar protagónico ante miles de personas.
Los inicios de un barrio
“Está llamada Viña del Mar a ser una ciudad, o lo que es lo mismo, a transformarse de aldea veraniega en una agrupación considerable y permanente de viviendas, de intereses, de industria, de progreso intelectual, edil, religioso y social.
Indudablemente que ese camino lleva, y desde que la cañería del Salto ha comenzado a correr por sus entrañas como una colosal arteria subterránea, capaz de hacer llegar sus vivificantes humedades a la cumbre de sus mas altas colinas, el problema –quién lo creyera?-está resuelto bajo todas sus faces.”
(Extracto del libro Crónicas Viñamarinas, de Benjamín Vicuña Mackenna, editado en 1931).
Viña del Mar, siglo XIX. Dieciocho kilómetros de ferrocarril unieron la Hacienda de Viña del Mar, establecida en los márgenes del Marga-Marga, con el puerto de Valparaíso, poniendo a la hacienda de Francisco Álvarez en un lugar protagónico ante miles de personas.
El ferrocarril finalizaba en el sector de El Salto, famoso por las caídas de agua cercanas que daban origen a la planta de agua con la que se alimentaba a las locomotoras. La estación propiamente tal era de abastecimiento, no tanto así de pasajeros. Con la proliferación de industrias en la zona, poco a poco fue aumentando la utilización de la estación, mayormente por gente que concurría a sus trabajos.
“Respecto del Salto, tuvo este risueño soto un excelente camino que las creces del estero, amenazando la trocha del ferrocarril en dos retazos de facilísima reparación, cortó hace tiempo. Felizmente una visita del Ministro del Interior va a poner pronto remedio al daño hecho; y cuando mas tarde el interés particular bien entendido prolongue la avenida de Alvarez por el costado sur de la vía hasta el Salto mismo, habrá otra agradable gira a nivel y de llanura para los paseantes de a caballo o en carruaje. Todo, a la verdad, es cuestión de gastar inteligentemente unos cuantos centenares de pesos por uno y otro rumbo”.
(Extracto del libro Crónicas Viñamarinas, de Benjamín Vicuña Mackenna, editado en 1931).
Una ciudad que se consolida
Los primeros habitantes de la incipiente ciudad se asentaron alrededor del estero Marga-Marga, como retrató Thomas Somerscales en 1870. En la orilla sur se comenzaron a instalar las primeras casas, cuando todavía no había calles.
Álvarez unificó las haciendas Siete Hermanas y Viña del Mar, separadas originalmente por el estero, propiedad que con los años pasó a José Francisco Vergara, a quien se conoce como el fundador de la ciudad.
El diseño de José Francisco Vergara para la ciudad contemplaba dos ejes que unían Viña del Mar con Quillota (al norte del estero) y con Limache (por el lado sur del estero).
A comienzos del siglo XX la ciudad comienza a expandirse, siempre en forma paralela a la línea férrea. Poco a poco se instalan casas en los barrios de Chorrillos y Miraflores. En la primera década se construyó el puente ferroviario de Las Cucharas, tipo mecano, sobre el estero Marga-Marga.
Mientras hacia 1920 Viña del Mar ya era un floreciente destino turístico por su relación con la costa, el barrio El Salto, llamado así por las caídas de agua que había en los cerros cercanos, comenzaba a conformarse como el futuro polo industrial de la ciudad.
Ya a fines del siglo XIX se había instalado la Compañía Refinería de Azúcar de Viña del Mar (CRAV), que rápidamente se constituyó en un motor de la economía local. A comienzos del siglo XX se crean otras industrias en el sector, como la fábrica de ladrillos de Benito García, la Fábrica de Soda Cristalizada de El Salto, la Fábrica de Tejidos El Salto, la fábrica de velas y la compañía de gas.
Primera calle pavimentada del país
En El Salto se construyó la primera calle pavimentada de Chile, en 1924, a un costado de lo que actualmente es calle Limache, antes conocida como El Olivar.
En 1931 Pascual Baburizza donó el fundo El Olivar a la Compañía del Salitre de Chile, la cual lo transfirió en 1935 a la Corporación de Ventas del Salitre y Yodo, que mantuvo un gran parque abierto al público, el cual posteriormente pasó a manos del Estado de Chile, que formó el Jardín Botánico Nacional.
Proliferan las industrias y empresas
Para la década de 1950, un grupo de empresarios constituyó la Asociación de Industriales de Valparaíso y Aconcagua (ASIVA), que en la actualidad mantiene su sede en El Salto.
Por esos mismos años, Oxiquim inició sus operaciones como SINTEX Ltda., iniciativa de dos fabricantes de productos químicos para la industria textil y del cuero.
En 2005, representantes de las empresas Oxiquim, Virginia, S.C. Johnson, Tricolor, Química Reno, BASF y Asfaltos Chile suscribieron el primer Acuerdo de Producción Limpia (APL) Químico, donde se comprometieron a presentar planes de manejo de residuos peligros y su implementación.
En 2008 se comenzó a trabajar en la construcción de un nuevo estándar para las empresas en El Salto, con el proyecto del primer Edificio Empresarial Reitz, convirtiendo a El Salto en un centro empresarial y de negocios sin perder su origen y esencia industrial, para acoger a muchas más empresas de la ciudad.
Hoy, podemos decir con orgullo que El Salto es un ecosistema empresarial que se perfila como el más importante de la Región de Valparaíso.
PROPÓSITO DE LA CORPORACIÓN
La Corporación para el Adelanto del Barrio Industrial El Salto se constituyó en 2010 como una organización sin fines de lucro, formada por un grupo de personas con vasta trayectoria empresarial y familiar en la región, con los siguientes objetivos:
• Promover el desarrollo y fomento del Barrio Industrial El Salto.
• Coordinar proyectos orientados al progreso económico y la calidad de vida de las personas en El Salto.
• Representar los intereses comunes de El Salto ante autoridades, gremios y otras organizaciones.
La Corporación está abierta a todas las personas que desarrollen negocios o emprendimientos en el Barrio Industrial El Salto, para construir juntos un mejor barrio y una mejor ciudad.
En la actualidad, las empresas de El Salto tienen una marcada vocación tecnológica y de innovación, lo que potencia el talento y emprendimiento local.
El Directorio de la Corporación está formado por las siguientes personas:
• Fernando Reitz Aguirre
• Andrés Lagomarsino Thomsen
• Reinaldo Demaria Rocca
• Franco Demaria Torres
• Fernando Traviesa Peña
Nuestro compromiso es que El Salto sea un barrio próspero, sustentable e integrado, donde puedan convivir en forma armónica las distintas vocaciones de desarrollo, en un marco de respeto al medio ambiente y con foco en la calidad de vida de las personas.
NOTICIAS
INTEGRANTES DE LA CORPORACIÓN
INTEGRANTES DE LA CORPORACIÓN
MASTER PLAN
El Master Plan El Salto es la iniciativa más importante de nuestra Corporación, y responde a la necesidad de:
– Mantener y potenciar la actual zona industrial definida por el Plan Regulador Comunal de Viña del Mar (PRC)
-Desarrollar una propuesta para actualizar y potenciar el barrio industrial, contribuyendo a la diversificación económica de Viña del Mar
-Establecer una visión de ciudad compartida para impulsar el sector el Salto como barrio mixto industrial y atraer industrias del siglo XXI
-Fortalecer la conectividad y reordenamiento del barrio industrial El Salto para así generar mayor integración urbana
– Generar mayores oportunidades de empleo, estables y de calidad, que permitan retener el talento local.
El Master Plan El Salto es un sueño que entre todos podemos hacer realidad para vivir en un mejor barrio y desde éste aportar a una mejor ciudad. Esta iniciativa nace de la visión del destacado arquitecto catalán Luis Alonso, que nos explica en sus palabras lo que representa este proyecto.